Este Encuentro fue de un gran crecimiento a todo nivel; las oraciones, reflexiones, cantos, trabajos en grupo y actividades lúdicas, nos llevaron a lograr estos objetivos:
· Tomar el pulso del caminar de nuestra Vida Religiosa, para fortalecer nuestra identidad y unidad Congregacional.
· Confrontar a la luz de la fe, nuestra vivencia de consagradas como Franciscanas de María Inmaculada, con la realidad actual, los Documentos de la Iglesia y la Congregación.
· Asumir la realidad y optar por el amor, la misericordia y la inclusión que nos mueva a aceptar al otro como mi hermana o mi hermano.
· Contemplar la presencia del Espíritu de Dios en la creación y aprender del universo a pensar, actuar y ser uno.
· Elegir, crear y comprometer nuestros recursos de tiempo, energía, personal, misión y Carisma en el servicio de generar alianzas para la vida de la Congregación y del mundo
